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La Iglesia Parroquial de Santa Catalina consta de dos partes: la primitiva del siglo XVI, y una serie de ampliaciones que van desde el siglo XVIII a nuestros días.
La iglesia es de planta única con cuatro tramos, altares entre contrafuertes, bóveda de medio punto a base de arcos terceletes y un ábside poligonal de cinco lados con bóveda estrellada.
La primera ampliación (s.XVIII) intenta dar una forma de cruz latina como prolongación de la antigua planta gótica. También se cambia la orientación del altar mayor de Este a Oeste y se abre la puerta de estilo neoclásico: la “Porta Nova”.
Después de esta primera ampliación se construyen la capilla de la Comunión – hoy advocada a San Vicente Ferrer y que alberga una reliquia del santo y la imagen de vestir del s. XVIII – y las nuevas dependencias de la Sacristía, entre los siglos XIX y XX.
Finalmente se da paso a la erección de un nuevo campanario, alrededor de 1895. Este campanario es un bello exponente de las torres hexagonales de tradición medieval. Tiene unas dimensiones de 24 metros de perímetro en la base y una altura de 31 metros.
Situada en el núcleo urbano de Moraira, este edificio de planta rectangular consta de tres naves, separadas por pilares y cuatro tramos. El primero de ellos, junto con el pórtico de cuatro arcos (recordando a los típicos riurau), fue construido en 1981 con motivo de una ampliación.
El campanario, de planta cuadrangular, se sitúa en la parte izquierda.
Sus características arquitectónicas muestran una sencilla y elegante portada Renacentista (s.XVII). El resto del edificio, dividido en dos tramos, es Barroco. La decoración interior, con motivos geométricos y vegetales data de 1861.
La portada está coronada por una espadaña y la cubierta tiene un primer tramo formando una cúpula de tejas verdes.
Antiguamente existía una cofradía que trasladaba la imagen en procesión y celebraba una fiesta anual con las limosnas recogidas. En nuestros días la Colla el Falçó – Asociación de “dolçainers i tabaleters” de Teulada – organiza la fiesta en honor a la Divina Pastora en septiembre.
Hermoso edificio de estilo neoclásico. De planta rectangular, el interior está formado por tres naves y cuatro tramos, destacando las pinturas de la cubierta y el altar mayor presidido por una imagen de San Vicente (s.XVI), pintada sobre madera y atribuida a Gaspar de Requena, pintor renacentista condiscípulo de Juan de Juanes.
Destaca además su característica cúpula de tejas azules, verdes y blancas.
Es un edificio formado por la ermita, una fuente y la casa del ermitaño, que vivía allí antiguamente.
Fue levantada en honor a San Vicente Ferrer. Cuenta la tradición que el Santo visitó en varias ocasiones a su hermana Constanza, que vivía en Teulada.
En una de estas visitas, durante un paseo, a Constanza le entró sed. Por ello, San Vicente hizo brotar el agua para poder beber. Para conmemorar este milagro se construyó en el mismo lugar este edificio con la fuente, cuya agua nunca de deja brotar.
Se encuentra sobre el punto más alto de la península del Cap d’Or, en uno de los lugares más espectaculares de la costa y desde ella se observa una de las mayores panorámicas sobre el horizonte.
Fue construida a finales del siglo XVI como fortificación costera junto con otras torres de vigía del litoral valenciano, con las que estaba en contacto para avisar al interior de posibles incursiones piratas. Tiene 7 m de diámetro y 11m de altura.
En la vertiente sud-este del Cap d ‘Or se sitúa la Cova de la Cendra, yacimiento arqueológico del Paleolítico Superior.
La denominada Teulada gótica amurallada, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico, presenta características únicas en la Comunidad Valenciana.
El área, popularmente conocida como “la Vila”, es la antigua población amurallada.
El conjunto, de gran belleza, armonía y regularidad, data de la época posterior a la conquista cristiana, con ampliaciones de los siglos XVI y XVII. Los edificios de piedra tosca que lo componen son de gran interés, presentan características constructivas y estéticas propias del gótico. También posee edificios pertenecientes al barroco y en menor número al modernismo.
La Iglesia fortificada de Santa Catalina, la Ermita de la Divina Pastora y la Sala de Jurats i Justicies son los monumentos más relevantes de este Conjunto Histórico.
El Castillo de Moraira construido en el s. XVIII con finalidad defensiva y de vigilancia, domina la playa de l’Ampolla.
Tiene una característica planta de “pezuña de buey”, con fachada semicircular orientada hacia el sur y una única puerta en su parte norte, sobre la cual se encuentra el escudo de los borbones –en el que consta la fecha de finalización, 1742-, por donde se accedía antiguamente cruzando un foso y un puente levadizo una vez sobrepasadas las tenazas de protección. Las paredes, en talud, miden 10 m. de altura y son de mampostería, revestida por sillares de piedra tosca, que proceden de las dunas fósiles que se encontraban alrededor. La cubierta, está protegida por un pequeño muro, con siete aperturas, en forma de saetera, donde se ubicaban los cañones. Gruesos muros dividen el interior en una nave central y dos laterales de menores dimensiones, ocupando un total de 200 m2. La iluminación de este espacio se consigue a través de tres pequeñas ventanas que se abren al sur y una cuarta sobre la puerta de entrada.
Alberga una instalación temática sobre las Torres de Vigía del litoral valenciano.
Obra de Francisco Mangado, es un edificio de carácter contemporáneo. Fue inaugurado en 2011.
Se trata de un espacio continuo, configurado por muros de hormigón donde destaca la fachada sureste, orientada al mar, recubierta por cerámica azul.
El auditorio se sitúa en el punto más alto de Teulada desde donde se divisa el núcleo urbano de Moraira junto al mar, y el hermoso paisaje de terrazas plantadas de viñedos.
Ofrece una extensa y variada programación cultural durante todo el año.